El Atrapasueños  colgado sobre la cabecera de la cama, es usado a menudo como un hechizo para protegernos de las pesadillas y de las visiones malignas. Los Ojibwa nativos Norteamericanos creían que un Atrapasueños filtraba los sueños de las personas: Los “buenos sueños” eran capturados en la malla, para integrarse a la vida de las personas, mientras que los “malos sueños” escapaban a través del agujero situado en el centro de la red y así desparecían de la vida de las personas para siempre.