Feng shui en tu propia casa
Sabemos que la armonía es la cualidad esencial que debe reinar en todo hogar que se precie. Rescatamos el antiguo arte del Feng Shui para ayudarte a conseguir la perfecta conexión entre tu estabilidad emocional y el bienestar en tu hogar. Te describimos cómo conseguirlo en los cuatro puntos clave de la casa:
Entrada. Es el reflejo de tu actitud al dar la bienvenida a los demás. Se trata de la zona en la que recibes a tus visitas, pero también la zona que te recibe al llegar a tu propio hogar. Por tanto, debe marcar la diferencia, ser un espacio agradable y que invite a la comodidad. Un lugar en el que situar abrigos o bolsos y detalles decorativos que alberguen recuerdos especiales y que doten de personalidad esta parte de la casa.
Salón. Es el “corazón” de tu hogar, el espacio en el que se crean y se desarrollan las actividades sociales. Es fundamental crear un centro especial en el que reunirse, conversar, reír y compartir experiencias. Para ello, nada mejor que unas velas decorativas, unas flores o entornos iluminados con lamparitas de luz tenue que puedes encontrar en Natura. Y, por supuesto, la música será el factor clave en la atmósfera de tu salón.
Dormitorio. Tu guarida, tu refugio. En ningún otro sitio descansas como en el lugar en el que guardas tu intimidad. En este espacio el elemento más importante es la cama. Según marca el feng shui, su posición respecto a la puerta de entrada al dormitorio, debe ser lo más alejada posible. Y procura que detrás, en el cabecero, no haya una ventana, ya que aumenta la sensación de inestabilidad.
Cocina. Se trata del lugar en el que se preparan los alimentos que consumimos y, por tanto, es un espacio que repercute de forma directa a nuestra salud. Los colores naturales como el verde, el amarillo o los tonos tierra repercutirán de forma positiva en el espacio. Respecto a la posición dentro de la casa, es importante que no se encuentre justo a la entrada, sino en un punto algo más recogido.